Zedillín el autoritario y su disfraz de demócrata

En días recientes hemos sido testigos de la pretendida resurección de uno de los expresidentes más grises de la historia de México, Ernesto Zedillo, cuya primera intención es la se autoconstituirse o erigirse como un interlocutor de tal envergadura que lo sitúe a la altura de la presidenta Claudia Sheimbaum Pardo. Ahora bien, ¿qué fuerzas son las que lo han empujado hasta este punto? Él dice que porque la 4t con el expresidente de Mexico (AMLO) y la actual presidenta de México, Claudia Sheimbaum Pardo se ha destruido la democracia. Zedillo dice eso, pero no porque él lo diga vamos a creerle, primero vamos a poner a prueba sus dichos: Desde hace 25 años que se fue de México a servir a una empresa norteamericana de ferrocarriles, después de malbaratar los nuestros, hace su aparición en el escenario político mexicano como el defensor de una democracia inexistente, la suya, ningún acto acontecido a lo largo de estos últimos veinticinco años lo perturbó ni le quitó el sueño, mucho menos cuando México nadaba de a muertito en las aguas neoliberales. Hasta ahora, ¿y qué fue lo que lo despertó repentinamente de sus dulces sueños? La actual elección de los jueces. Bueno, ni siquiera, extrañamente, la Reforma al poder judicial. Esto significa que no se mueve por sí solo, sino que algunas fuerzas oscuras lo han empujado hasta el actual escenario para el que le buscan reflectores y la prensa opositora al gobierno cual maquinaria de relojería con la enclenque oposición se han sincronizado. De tal forma que lo han lanzado al ruedo con traje de luces, sin energía y maltrechas, y sin los artilugios punzantes y afilados a los que estaban acostumbrados antes de los últimos dos gobiernos, y peor aún, con una esacez de adeptos y público. Zedillo es el nuevo vocero de la oposición, al cual ha disfrazado de paladín de la democracia. Empero, dicho actorzuelo, gris, con dotes y habilidades muy limitadas, y con un gran historial autoritario carece de credibilidad. Ha hecho algunos esfuerzos con la intención de treparse al estrado presidencial, sin embargo, con total maestría, clase y habilidad, la presidenta, una y otra vez lo ha puesto en su lugar, en el basurero de la historia, al ilustrar e informar a la sociedad respecto de las andanzas de este nada ilustre, gris, mefasto y vil personaje por los pasillos, arcas vericuetos nauseabundos, ríos y mares de mierda nada democráticos en los que navegó durante su estancia en la presidencia de la República. Continuara...