San Martín Texmelucan, Puebla a 05062010
Ricardo Calderón de la Barca Hernández
¿PERIÓDICOS?
CRÍTICA A LOS JILGUEROS
“Cuando los grandes empresarios llegan a pensar que su riqueza les da el poder de decidir sobre la cosa pública empiezan los problemas para todos. El presidente Roosevelt lo creía así y, en los días del New Deal, dijo a un grupo de amigos que el verdadero poder de los monopolios no lo daba su opulencia, sino y en todo momento, el favor que recibían de gobiernos poco institucionales y corruptos. Así ha sido en todo tiempo y lugar. Nada hay más letal para la vida social y política que la conjunción del poder económico con el poder político.”
Arnaldo Córdova. El terrible poder de los medios. La Jornada 20072008.
Este artículo, yo lo suscribo pero es producto de la reflexión, análisis y crítica de varias mentes.
Agradezco de antemano la colaboración, para llevarlo a cabo, de mi amigo Eugenio Garbuno Aviña, profesor en la Escuela Nacional de Artes Plásticas (ENAP) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), doctor en historia del arte y, de manera especial, a sus alumnas, todas ellas del cuarto semestre de la licenciatura en diseño y comunicación visual:
Mitzi González Mota
E. Jocelyn Castañeda Correa
Elydeth Rodríguez Cabrera
Ileana Rojas Peña
El periodismo que se ejerce en nuestro espacio vital, es un periodismo ramplón, que nada tiene que ver con lo educado y lo culto, pero que además le hace ojitos, cohabita y hasta vive a expensas del poder político.
No son periódicos in stricto sensu, son cajas de resonancia de sus candidatos. Grosso modo, constituyen páginas en blanco al servicio del mejor postor, prostituyen el noble oficio del periodismo, el cual no se ejerce cabalmente; lo simplifican y vulgarizan de tal forma que podríamos resumirlo en el “estuve y dijo:..” o en el “veni, vidi, vinci” (vine, ví y vencí), nada de crítica, análisis y reflexión, hay quienes lo intentan, pero sólo “echan maromas en el mismo colchón”. Las campañas ocupan casi en la totalidad sus planas y, finalmente, la mayoría de los medios locales se convierten en folletos, mal hechos, de un solo partido, del PRI.
Los periódicos no mencionados tienen las mismas carencias: en cuanto a diseño y contenidos.
Asimismo, la crítica puede extenderse a todos los medios locales, en todas sus formas, ya que no son realizados por profesionales del diseño y de la comunicación visual.
Mitzi González Mota realizó una crítica al “semanario Evolución, nueva visión informativa” en su edición del 28 de mayo:
En cuanto a la información que se encuentra en este semanario no parece realmente una nota informativa y objetiva, sino más bien, mera publicidad y de mal diseño de un partido político.
En lo que se refiere al diseño editorial la retícula que justifica el acomodo de las cajas del texto e imagen aunque parece ser simétrico y de buen acomodo, vuelve al periódico aburrido. Por otra parte las cajas de texto, todas, son de diferente tamaño, pero esto no justifica el acomodo de la información que podría ser mejor y más jerarquizado, además de que los textos tienen muchos ríos o espacios en blanco. A las fotografías les hace falta un pie de foto que identifique con que parte del artículo se relaciona y le dé más identidad a la información.
Además hay una saturación de imágenes que en vez de contextualizar el artículo lo hacen pesado y confuso.
La sopa de letras en vez de ser un respiro para el lector, es más, de una campaña política aburrida y saturada.
Casi toda la información de la primera plana se repite en páginas posteriores y en lugar de ser un buen anuncio o llamado, se vuelve repetitivo.
Por otra parte, ok., ya sabemos que apoyan al partido PRI y Verde ecologista.
Algunas noticias no son realmente importantes.
El espaciado y tamaño tipográfico es incongruente y poco profesional. Todos son errores que se repiten página por página, es todo de lo mismo, al igual que la noticia.
Sólo parece un periódico porque está en offset a escala de grises.
Ileana Rojas Peña hizo su crítica al periódico “El despertar” en su edición del 25 de mayo, expresó lo siguiente:
El periódico el despertar es un atentado contra la funcionalidad que un periódico debe tener.
En primer lugar puedo cuestionar la primera plana en la cual el uso excesivo de colores hace que se pierda la supuesta jerarquización de noticias, y sobre todo, el fondo, que no obstante presenta un color demasiado llamativo y además, un degradado.
La primera hoja, por el exceso de colores, la saturación de contenido y de imágenes, hace que sea un insulto para los sentidos.
El acomodo o justificación del texto es realmente inadecuada. El espacio entre encabezado y encabezado es mínimo.
En cuanto al resto del periódico, hay un atentado en la justificación del texto, en vez de tener un acomodo con párrafos donde la información se distribuya, hay partes donde sólo es un gran bloque de texto.
En el contenido, los cuadros de texto con degradados siguen causando el rechazo hacia la lectura, exaltando más el fondo que la información.
Otra cosa, al parecer inconcebible, es la conjunción de artículos con la publicidad, lo cual le resta seriedad al periódico y no se pueden diferenciar las noticias de los anuncios.
Además, la variación de tamaño de letras es una forma de evitar la lectura, el interlineado también es simplemente inadecuado, pareciera que los textos son realmente secundarios y se subordinan a la monumentalidad de las imágenes.
Jocelyn Correa Castañeda hizó su crítica hacia el semanario “Tribuna” en su edición del 25 de mayo:
El periódico Tribuna tiene un encabezado poco atractivo, donde no hace referencia a lo que se “intenta” comunicar en su contenido.
La página principal es lo único que está a color y muy saturada de información e imágenes con muy poca resolución ya que se ven muy borrosas o distorsionadas.
La información que contiene es poco enriquecedora o mejor dicho, nada enriquecedora, ya que solo pretende dar publicidad a los partidos políticos y uno que otro artículo de corrupción, asesinatos, etc.
Refiriéndome a las características que debe tener un periódico, no las cumple, puesto que el interlineado no es respetado.
Como inicio no hay una diagramación tipográfica, el espacio entre letra es muy grande, no hay pie de foto en ninguna imagen. El texto se encuentra corrido, no hay separación entre cada uno.
La impresión es de muy poca calidad y la información no está dividida en secciones, ya que hay partes donde se habla de política, en otras de delincuencia y, hasta de educación.
Los artículos no tienen el nombre del articulista. No existe una secuencia en la información, de hecho, llegan a confundirse los artículos porque no hay separación adecuada entre ellos.
Cuesta trabajo leer por lo pequeño de la letra (en algunos artículos).
Finalmente, no tienen una propuesta innovadora y mucho menos creativa e inteligente.
Elideth Rodríguez Cabrera criticó de la manera siguiente al semanario La opinión de san Martín Texmelucan en su edición del 25 de mayo
En primer lugar la redacción de textos es pésima, se encuentran demasiadas faltas de ortografía que a mi parecer son de mal gusto y que se debería cuidar en extremo debido a que es leído por un público, incluso hacen una cita acerca de la ignorancia y el nombre del autor de la misma está mal escrito.
En cuanto al diseño me parece que hay muchos elementos revueltos, algunos muy fuera del contexto. No sé si es porque el periódico es muy pequeño, pero siempre debe existir un orden en las secciones de información.
Particularmente se muestran solo noticias como de propaganda política y de un solo partido.
Malos arreglos tipográficos. Las fotografías de los artículos tienen pésima calidad, están borrosas o desenfocadas.
Se utilizan frases muy ordinarias en los artículos y encabezados, lo cual me parece que le resta seriedad y formalidad a la transmisión de la información.
Parece como un insulto a las personas que leen este periódico y da una mala imagen al lugar donde se publica. Deberían contratar a una persona con buenos estudios en cuanto al diseño y a la redacción. El saber utilizar un programa de diseño no te hace diseñador.*
El diseño editorial es malo, refiriéndonos al acomodo de los textos en los artículos, al tamaño del puntaje de la tipografía que varía demasiado y a la falta de jerarquización de los títulos e imágenes.
Nuevamente toca mi turno, ahora concluyo: para hacer periódicos de buena calidad es necesario contar con la ayuda de profesionales. No en vano, en las universidades se imparten las carreras de diseño y comunicación visual, diseño gráfico, ciencias de la comunicación, ciencias sociales, etc., entre otras y, hay niveles y calidad diferenciada entre las instituciones.
Dinero, infraestructura y entusiasmo no bastan para hacer un buen medio, se requiere educación, conocimientos, talento, creatividad e imaginación, ética etc.
O como dice Eugenio: “Lo doctor no quita lo pendejo”, alguien especializado en cierta rama del conocimiento, puede ser analfabeto en otra disciplina y, vulgarmente decimos: “Zapatero a tus zapatos”.
Además de decirnos: ¡viva el PRI!, en un mensaje oculto nos dicen: ¡Viva la publicidad, muera la propaganda!, el pensamiento complejo es aniquilado por la simple lectura caótica –como sus propuestas- de las imágenes, pensamiento simple y fragmentado.
San Martín Texmelucan, Puebla y muchas ciudades de nuestro país necesitan periódicos verdaderos: serios, críticos, analíticos, bien hechos. Que informen y formen opinión, que dejen de estar coqueteando y agradando al poder; mostrando sumisión ante él. Que no sean canales de los dineros públicos o escaleras y trampolines políticos.
La opinión priísta, el despertar priísta, evolución priísta, tribuna priísta, priísmo puntual, etc., no son periódicos, sino órganos partidistas, folletos mal hechos que la gente compra sin recordar que legitiman al partido que junto con el PAN y demás partidos políticos, nos han sumido en el abismo en que nos encontramos actualmente.
Venden a los candidatos como a cualquier mercancía, hablan únicamente de sus bondades, características y cualidades, que no siempre cumplen y, además, exageran.
Sin señalar con letras chiquitas que: a falta de democracia, dicho producto es nocivo y dañino para la salud, de la cosa pública.
Sí, los candidatos actuales son nocivos para la salud de la cosa pública.
*El subrayado es mío.
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