lunes, 8 de abril de 2013

Sobre la reforma educativa y su evaluación

(comentario publicado en una nota del muro del Doctor Pablo Moctezuma Barragán) Politólogo y distinguido profesor. Yo sí comparto y diré por qué: el actual gobierno –de Peña Nieto- accedió al poder de manera tramposa; las reformas que trae bajo la manga, son lineamientos o dictados pendientes de su gurú Carlos Salinas de Gortari, por lo tanto, el objetivo no es el mejoramiento del sistema educativo. Los principales afectados e involucrados en la educación no han tenido voz en esta supuesta reforma, a pesar de que ellos son los que más saben y mejor conocen de esta problemática. La estructura vertical del sindicalismo magisterial y su corporativismo que tanto afecta a la educación están intactos, por pura conveniencia. El tan llevado y traído examen o evaluación es como un arma triangular: de un lado se muestra como la solución mágica para arribar a la mejora educativa, de un segundo lado, solo es una forma burda y facilona para correr a los maestros al dejarlos sin la cobertura de sus derechos; la tercer cara es la de exponerlos ante los medios como malos, burros e ignorantes. Esta estrategia es ya muy conocida: primero exponen y evidencian supuestos o reales errores, debilidades y defectos para después arremeter en su contra, generando opinión pública favorable a sus intenciones y propuestas, finalmente, arremeten destruyendo, moldeando y construyendo a su conveniencia. Pero, nunca en el sentido de lo que pregonaron en un principio: mejoramiento que redunde en beneficios para las mayorías mencionadas en sus discursos -es la falacia del argumentum ad populum o apelación al pueblo- sino para las minorías que ejecutaron, decidieron e impulsaron las reformas. El tipo de examen que se les quiere aplicar a los maestros no es uno que busque reconocer sus capacidades y habilidades para la docencia, tampoco es de reconocimiento para ver cuáles son las debilidades y lagunas tanto del sistema educativo como del personal docente. El examen que se les quiere aplicar a los maestros es un examen diseñado para expulsarlos de su trabajo, para reducir la matrícula de maestros. Asimismo, para ir construyendo un nuevo esquema con acortamiento de derechos y garantías. ¡El que no pase, fuera! Han dicho los políticos. Sin embargo, una manera de calificar a los políticos sería la revocación de mandato, la calificación de sus quehaceres y el sometimiento a estándares de productividad. También cabe mencionar que en un esquema correcto de evaluación, primero va la capacitación y, en caso de no aprobar, se contempla el dar otra oportunidad. Empero, con solo esto, no redundaría en mejoras si la estructura educativa en su conjunto no es modificada con el objetivo real del mejoramiento educativo, el cual pasa por las condiciones de las aulas, equipamiento, capacitación, condiciones de estudio de los alumnos y mejoramiento de sus condiciones sociales. De otra manera, es puro cuento Ricardo CBH 08042013

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